Casa Hogar

[vc_row centered=“yes“ bg_type=“image“ parallax_style=“vcpb-default“ bg_image_new=“3148|http://lerschweb.de/wp-content/uploads/2019/02/CH-11-244-zu-Fuß-durch-Andagoya-a.jpg|caption^zu Fuß durch Andagoya|alt^null|title^Tag3 im Chocó|description^null“ bg_image_repeat=“no-repeat“][vc_column][ultimate_spacer height=“110″ height_on_mob=“50″][ultimate_heading main_heading=“DE NOSOTROS / CASA HOGAR“ main_heading_color=“#ffffff“ alignment=“left“ sub_heading_font_family=“font_family:Montserrat|font_call:Montserrat|variant:700″ sub_heading_style=“font-weight:700;“ sub_heading_font_size=“desktop:18px;“ sub_heading_line_height=“desktop:18px;“ sub_heading_margin=“margin-bottom:50px;“ margin_design_tab_text=““][/ultimate_heading][ultimate_spacer height=“110″ height_on_mob=“50″][/vc_column][/vc_row][vc_row centered=“yes“ sd_margin_top=“70px“][vc_column width=“1/2″][ultimate_heading main_heading=“¿Qué es „CASA HOGAR“?“ sub_heading_color=“#ffffff“ alignment=“left“ sub_heading_font_family=“font_family:Montserrat|font_call:Montserrat|variant:700″ sub_heading_style=“font-weight:700;“ sub_heading_font_size=“desktop:12px;“ sub_heading_line_height=“desktop:12px;“ main_heading_style=“font-weight:bold;“ main_heading_font_size=“desktop:20px;“ main_heading_margin=“margin-bottom:30px;“][/ultimate_heading][vc_column_text]CASA HOGAR es una iniciativa de trabajo de desarrollo en Colombia. Fue fundada en Alemania y se enfoca en posicionar la educación de la mujer.

La primera meta de CASA HOGAR es brindar un lugar a niñas de la región colombiana del Chocó donde estén seguras contra riesgos como explotación y prostitución. Un lugar donde no tengan que luchar por la supervivencia diaria; un lugar, donde sean alentadas, donde puedan aprender y obtener un título que les permita entrar a la universidad. Este lugar consiste en una vivienda y una escuela.

Es por esto que CASA HOGAR coordina la construcción y financiamiento por medio de donaciones, de una vivienda para veinte alumnas de entre siete y doce años. Se trata de alumnas del Colegio Diocesano episcopal en la ciudad de Istmina con la meta de promover la educación de la mujer en el lugar. Además, se planea la ampliación de un piso de la escuela para que un total de 500 niños puedan participar en las clases y desarrollar allí, las capacidades para darles la oportunidad de alcanzar el grado de acceso a la universidad o un grado equivalente. El proyecto coopera estrechamente con la fundación oficialmente registrada de CASA HOGAR Colombia. El Padre José Doney, director del Colegio Diocesano y Julio Hernando García Peláez, obispo de la diócesis de Istmina-Tadó forman la junta directiva de esta fundación.

Existe un equipo de voluntarios en Alemania y otro equipo en Colombia. Ambos constituyen los pilares de CASA HOGAR. En febrero del 2016 comenzaron las obras de la vivienda. Después de varios desafíos en materia de construcción, la casa ya está a punto de ser finalizada. Más información sobre el estado actual, el financiamiento, la evolución de la vivienda y de la ampliación de la escuela se pueden encontrar aquí.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=“1/2″][ultimate_spacer height=“50″][vc_column_text css=“.vc_custom_1486247989730{padding-top: 25px !important;padding-right: 25px !important;padding-bottom: 25px !important;padding-left: 25px !important;background-color: #e9ab00 !important;}“]

CASA HOGAR – sprich: kása ogár – ist spanisch und lässt sich wörtlich ins Deutsche übersetzen als: „Haus Herd“. In Lateinamerika ist „casa hogar“ ein feststehender Begriff und bedeutet in etwa „Heim“ oder „Heimat“. Wer „casa hogar“ sagt, denkt an einen sicheren Ort, an Geborgenheit, an sorgenfreies Wohlfühlen. Einen solchen Ort wollen wir den Schülerinnen in Istmina bieten.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row centered=“yes“ sd_margin_top=“70px“][vc_column width=“1/2″][ultimate_heading main_heading=“¿Cómo se formó CASA HOGAR?“ sub_heading_color=“#ffffff“ alignment=“left“ sub_heading_font_family=“font_family:Montserrat|font_call:Montserrat|variant:700″ sub_heading_style=“font-weight:700;“ sub_heading_font_size=“desktop:12px;“ sub_heading_line_height=“desktop:12px;“ main_heading_style=“font-weight:bold;“ main_heading_font_size=“desktop:20px;“ main_heading_margin=“margin-bottom:30px;“][/ultimate_heading][vc_column_text]La historia comienza con el viaje que el doctor alemán Doctor Theodor Rüber tuvo a Colombia en enero del 2015 para trabajar unas semanas como practicante en un hospital público. Durante este tiempo viajó a la región pacifica del Chocó, donde observó una tierra cubierta de selva con un clima tropical, rica en recursos naturales y minerales como el oro.

Allí observó que las niñas tienen menos posibilidades en una región caracterizada por el machismo. Muchas embarazadas a temprana edad, son explotadas por hombres que después desaparecen. Se quedan atrás como madres solteras, con sus hijos y sin recursos ni posibilidades.

Impactado por el destino de las mujeres en el lugar, Theodor Rüber se reúne con el obispo del lugar Julio García. Este último trabaja hace cinco años en el Chocó luchando contra la miseria y por el futuro de los jóvenes.  A través de varios proyectos de educación Julio y sus empleados tratan de mostrarles una nueva perspectiva especialmente a las niñas y mujeres del lugar. Después de este encuentro Theodor visitó la escuela episcopal en Istmina, y allí el Colegio Diocesano San José, donde se enseña a leer y a escribir, además de otras habilidades manuales.  Durante este recorrido se percibe pronto que el problema comienza afuera de la escuela donde a las niñas les falta la protección necesaria para salir del circulo de la pobreza y de la violencia. No hay un tejido social firme ni las respectivas estructuras. Un día pasó algo que se hizo experiencia clave para el doctor Theodor Rüber: En el centro de la ciudad una niña de aproximadamente ocho años le pide comida y le ofrece pagar con su propio cuerpo. Parece que esta circunstancia no le causa molestia a nadie. Parece parte de lo cotidiano en Istmina, Colombia.

El obispo, su vicario general, Padre José Doney, rector del Colegio Diocesano, y muchos otros hacen todo posible para hacer una diferencia, pero parece que no es suficiente. Su visión es ofrecerles a las alumnas una vivienda donde puedan crecer bien protegidas por las monjas de la región y sin preocupaciones por la comida diaria, sin todos los peligros que incluye la vida en las calles de Istmina.

El Obispo Julio está convencido del valor de la educación de la mujer: Las mujeres bien formadas siempre tomarán parte en la sociedad con más confianza, más fuerza y mayor influencia. Estas mujeres podrán luchar por los derechos de la mujer y tomarán parte en procesos sociales que van más allá de una cuestión “femenina” – superarán el machismo no sólo como la opresión a la mujer sino también reforzarán la cohesión de la sociedad en general, la conciencia por la justica, la solidaridad.

Sin embargo, por falta de recursos no se puede realizar esta linda idea. De vuelta en Alemania Theodor Rüber empieza a trabajar. Tiene la fuerte voluntad de ayudar. Junta un par de amigos y les cuenta lo que ha visto y qué planes tiene. Todos entienden: Las niñas de Istmina están en peligro. Necesitan una casa para vivir y todos ven que es un plan bien pensado.

Se empiezan a imprimir folletos, se crea una página web y se habla con varios posibles donantes. En pocas semanas los miembros de CASA HOGAR juntan más que 60.000 Euros. ¡Es un éxito enorme! En estrecha cooperación con el obispo Julio García empiezan a planificar la construcción de la vivienda. Mientas tanto las autoridades permiten al colegio la enseñanza hasta el grado noveno para que así los graduandos puedan tener acceso a la universidad o un grado equivalente.

Al principio del 2016 comienzan las obras. La visión empieza a transformarse en realidad.

El plan de CASA HOGAR se ajusta: Para que el colegio se pueda realmente extender sus clases hasta noveno el edificio tiene que ser ampliado, los costos operativos tienen que ser pagados y hay que contractar al personal necesario. El equipo de CASA HOGAR crece – y también las donaciones. En mayo del 2017 las donaciones se han sumado a 170.000 Euros en favor de las niñas de Istmina. Todos los que colaboran están conscientes de la gran responsabilidad. En las reuniones nocturnas del equipo de CASA HOGAR se discute poner el proyecto en marcha. Se planean conciertos de beneficencia, estrategias comunicativas, los ingresos, gastos y se reparten nuevas responsabilidades. Así es nuestra manera de trabajar: colegial, precisa y transparente.

Nuestra visión: Que las clases en Istmina estén llenas de alumnos y que un grado salga después de otro con bachillerato finalizado. Todos en el Chocó deben saber que aquí en Istmina hay un lugar abierto para los que quieran un mejor futuro. Cada donación significa un paso más hacia la realización de nuestra visión. ¡Vamos![/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=“1/2″][ultimate_spacer height=“50″][vc_column_text css=“.vc_custom_1486248013431{padding-top: 25px !important;padding-right: 25px !important;padding-bottom: 25px !important;padding-left: 25px !important;background-color: #e9ab00 !important;}“]

Das Leben im Chocó ist geprägt von Bürgerkrieg, von der Gewalt der FARC-Rebellen, von Armut und Elend. Illegale Minenbetreiber beuten die reichen Goldvorkommen aus. Das Quecksilber, das sie brauchen, um den Rohstoff zu fördern, leiten sie in die Flüsse weiter und vergiften so die Menschen. Es gibt keine öffentliche Sicherheit, keine funktionierende Infrastruktur, keinerlei staatlichen Zugriff und auch keine gute medizinische Versorgung.

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